- La exposición especial ‘Rally Legends – From Dust to Glory’, que ya está en marcha en el conocido Museo Autoworld de Bruselas, cuenta la historia del Campeonato Mundial de Rally y está protagonizada por autos legendarios del Grupo B, incluidos dos iconos de Lancia de la colección Stellantis Heritage que habitualmente se exponen en el Heritage Hub de Mirafiori.
- El Lancia Stratos Gr.4 Alitalia (1974) se convierte en el centro de atención con su inolvidable librea para celebrar el 50° aniversario de su Título Mundial de Rally en 1975. Nacido para competir, el Stratos se llevó a casa 3 Campeonatos del Mundo de Constructores de Rally consecutivos (1974-1976) y dominó el automovilismo hasta mediados de la década de los setenta.
- También se expone el legendario Lancia Delta HF Integrale Grupo A (1992). Equipado con tracción a las cuatro ruedas, este modelo ganó 6 Campeonatos del Mundo de Constructores y 4 Campeonatos del Mundo de Pilotos de Rally gracias, en parte, a los avances técnicos que lo llevaron a nuevas dimensiones.
La cautivadora exposición especial ‘Rally Legends – From Dust to Glory’ podrá verse del 28 de febrero al 21 de abril en el Museo Autoworld de Bruselas. La exposición, que tendrá lugar en el magnífico Palais Mondial, celebrará la apasionante historia del Campeonato Mundial de Rally y pondrá en escena a los vehículos del Grupo B. Se ha reservado un lugar especial a dos modelos Lancia que contribuyeron a hacer de la marca la más ganadora de todos los tiempos, incluyendo 10 Campeonatos del Mundo de Constructores, 3 Campeonatos del Mundo de Constructores y de Resistencia, una 1000 Miglia, dos Targa Florio y una Carrera Panamericana.
En particular, los invitados podrán admirar el Lancia Stratos Gr.4 Alitalia (1974), que celebra el 50° aniversario de su Título Mundial de Rally, y el Lancia Delta HF Integrale Gruppo A (1992), el vehículo que cautivó la imaginación de millones de entusiastas del automovilismo. Ambos modelos pertenecen a la colección Stellantis Heritage, el departamento dedicado a preservar y promover el inestimable patrimonio de las marcas de automóviles italianas del Grupo. Estas dos rarezas se exponen normalmente en el Heritage Hub de Turín.
Más información sobre la exposición especial ‘Rally Legends -From Dust to Glory’ en el sitio oficial del Autoworld Museum in Brussels.
Lancia Stratos Gr.4 Alitalia (1974)
El centro de atención será el extraordinario Lancia Stratos Gr.4 Alitalia (1974) que ganó el Rally de Portugal de 1976 y quedó segundo en el Rally Monte-Carlo de 1977. El modelo, que luce la librea blanca-roja-verde de Alitalia, forma parte de la colección Stellantis Heritage y suele exponerse en la sección ‘The Rally Era’ del Heritage Hub.

El legendario modelo Stratos permitió a Lancia dominar el mundo de los rallies hasta mediados de los años setenta. En aquella época, el director deportivo Cesare Fiorio explotó todas las posibilidades del reglamento. Bajo su dirección, se fabricó el primer auto con el único propósito de ganar carreras de rally. El coupé biplaza presentaba una carrocería en forma de cuña, diseñada por Marcello Gandini para Bertone, y está propulsado por un motor de 6 cilindros y 2.4 litros procedente de Ferrari que se situaba detrás del piloto y el copiloto para optimizar su peso. Producido en la versión oficial de carreras (con una culata de 12 válvulas y, más tarde, de 24 válvulas para una potencia máxima de 300 hp) en 26 modelos de 500 ejemplares, el Stratos logró un extraordinario número de victorias, hasta el punto que se le denominó el ‘arma definitiva’ de las carreras de rallies.
Incluso ganó 3 rallies de Monte-Carlo consecutivos, otros 3 títulos en el Campeonato del Mundo de Constructores de Rally (de 1974 a 1976), 3 Campeonatos de Europa de Pilotos y la FIA Rally Drivers World Cup en 1977 con Sandro Munari.
Lancia Delta HF Integrale Group A (1992)
A partir de 1986, cuatro generaciones del Lancia Delta HF con tracción a las cuatro ruedas se sucedieron hasta principios de los años noventa, creando un camino de victorias que aseguraron la aplastante superioridad de este modelo sobre sus competidores, llevándole a la fama mundial e imperecedera en el sector de los Rallies: 6 Campeonatos Mundiales de Constructores de Rally (1987-1991), 4 Campeonatos Mundiales de Pilotos de Rally (1987-1989 y 1991), un Campeonato Mundial de Producción de Rally (Grupo N) en 1987, 6 Campeonatos Europeos de Rally (1987-1991 y 1993), y 2 Campeonatos Europeos de Constructores de Rally (Grupo N) en 1988 y 1989. Acumuló la increíble cifra de 46 victorias totales válidas en las distintas ediciones del Campeonato del Mundo.
Cada generación contaba con un motor y una carrocería mejorada, lo que permitía al Lancia Delta mantenerse siempre un paso por delante de la competencia. El Delta HF 4WD debutó en 1987 y contaba con tracción total permanente, con un diferencial autoblocante ZF delante, un diferencial central viscoso Ferguson con deslizamiento limitado y un diferencial trasero de tipo Torsen. Un motor de 2 litros y 165 hp propulsaba los modelos de carretera estándar, mientras que la versión de competición del Grupo A alcanzaba los 265 hp a 6.250 rpm. El año 1988 fue testigo de la llegada del Delta HF Integrale. Exteriormente se diferenciaba de la versión anterior por sus pasos de rueda ensanchados, que permitían montar neumáticos más anchos, y unas tomas de aire delanteras más grandes. Tenía una nueva caja de cambios de 6 velocidades y su peso se había reducido en unos 23 kg.
Con la evolución de la culata, que pasó de 8 a 16 válvulas y 4 válvulas por cilindro, el Delta HF Integrale 16V debutó en 1989. Una llamativa ‘joroba’ apareció en el capó para acomodar las nuevas dimensiones del motor. Este Lancia tenía una potencia aproximada de 295 hp a 7.000 rpm. Siguieron muchas innovaciones tecnológicas, como el embrague controlado electrónicamente, un ventilador accionado por un motor hidráulico, telemetría para recoger datos durante los servicios y un aumento significativo de la electrónica para controlar el motor.
El último Delta HF de esta gloriosa familia llegó en 1991: el Delta HF Integrale 16V Evoluzione, como el que se expone actualmente en Turín. Los guardabarros se ensancharon aún más para adaptarse a las nuevas calzadas y apareció un llamativo alerón en la parte trasera del techo, pero los cambios más importantes se encontraban bajo el capó, ya que la Federación había introducido el uso de bridas en 1991 para limitar el caudal de los turbocompresores. A pesar de las cifras declaradas oficialmente, los motores de todos los autos del Grupo A superaban ya con creces el límite de 300 hp impuesto por el reglamento, gracias a las continuas mejoras introducidas año tras año.